Expertos de la Universidad de Northwestern (EE UU), con colaboración de la Universidad Delft de Tecnología (Paises Bajos), han creado una Game Boy que no requiere conexión eléctrica, ni baterías. En su lugar, la clásica consola se alimenta de la luz solar y, extrañamente, del entusiasmo del usuario, dado que la presión ejercida sobre los botones también funciona como fuente de energía.
Tomando en cuenta que se trata de un prototipo, la eficacia del dispositivo decae un poco ya que a cada 10 segundos de juego, el sistema debe interrumpirse durante 1 segundo, afectando así el hilo del mismo.
Se planea que esta característica sea mejorada en el futuro.