Un equipo de la Universidad de Northwestern ha desarrollado chips altamente pequeños y con muchas funcionalidades.
Inspirados en pequeñas semillas, estos chips poseen antenas y equipos de sensores y se busca con ellos conseguir un monitorio masivo en determinadas áreas.
Algunas de sus objetivos son la contaminación aérea, el seguimiento de enfermedades y el rastreo de derrames tóxicos. Un aspecto a destacar es que están diseñados con material biodegradable, un punto a favor contra la contaminación.