Se trata de Millie, una perrita que se extravió en un terreno pantanoso, sin posibilidad de recibir asistencia humana. La resolución más favorable e ingeniosa fue atar una salchicha a un dron y motivada por su hambre, el animal se encamino en busca del alimento.
De esta manera la tecnología fue utilizada de manera satisfactoria y valiosa para esta perrita.