El incidente fue provocado por una tormenta solar que significo un enemigo para los satélites lanzado por Elon Musk, cuya misión fue llevada a cabo a pesar de las advertencias de los expertos.
Durante la primera parte del viaje no hubo inconvenientes, pero cuando la tormenta se hizo presente las condiciones atmosféricas fueron suficiente para destruirlos, dejando solo 9 en funcionamiento de los 49 que partieron en la misión.
Antes de sufrir la perdida, los satélites habían alcanzando los 210 km/h.